con una espátula
En la madrugada del 11 de marzo de 2004, cuatro trenes explotaron en distintos puntos de Madrid cuando transportaban a cientos de personas hacia el centro de la ciudad en hora punta.
Por BBC Mundo
Las imágenes de decenas de cadáveres tendidos en las vías del tren y de los servicios de emergencia trabajando para atender a la multitud de heridos conmocionaron a toda España y siguen siendo hoy parte de la memoria colectiva de los españoles.
La bomba fue colocada por un grupo de yihadistas inspirados en el mensaje de Al Qaeda, organización liderada por Osama bin Laden, y mató a 191 personas e hirió a casi 2.000.
Algunos de los responsables del atentado se hicieron estallar semanas después en un apartamento de las afueras de Madrid mientras estaban rodeados por la policía.
Otros fueron arrestados y condenados a largas penas de prisión.
Menos de tres años después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 que destruyeron las Torres Gemelas de Nueva York, el fundamentalismo islámico más violento demostró su capacidad para sembrar el terror en los países occidentales.
El 11-M, en su etapa posterior, fue el atentado más sangriento ocurrido en Europa en lo que va de siglo, un recuerdo doloroso que ahora cumple 20 años.
Carola García Calvo, directora del Programa sobre Radicalización Violenta y Terrorismo Global del Real Instituto Elcano de España, habló con BBC Mundo sobre las circunstancias que hicieron posible esa masacre, las lecciones aprendidas y el estado actual de la amenaza yihadista. .
Para continuar leyendo, haga clic aquí.