con una espátula
Chaumet tuvo que cumplir dos requisitos a la hora de diseñar las medallas olímpicas de 2024: reflejar la grandeza de París y honrar los sacrificios de los atletas. La icónica joyería de Napoleón Bonaparte ha incorporado una pieza de acero de la Torre Eiffel para cumplir ambos propósitos.
“Los deportistas han dedicado mucho tiempo a la competición. Es un sacrificio enorme y la medalla tiene que estar a la altura de ese sacrificio”, explicó a Efe Benoit Verhool, maestro joyero de la marca.
A petición del comité organizador, la casa simbólica creada hace 240 años tuvo que introducir un pequeño trozo de la Torre Eiffel, principal símbolo de la capital francesa.
“Ese trabajo, para darle más brillo y magnificencia a la medalla, fue importante además de trabajar para honrar el trabajo de esos atletas. Ese santo grial tenía que ser igual”, añadió.
En el centro de la medalla se sitúa la pieza de forma hexagonal, que unifica la estructura del monumento. “La organización quería sobre todo tener una parte de la Torre Eiffel en las medallas. Se buscó la aprobación del órgano rector y luego hicimos nuestra parte”.
Las medallas de los Juegos Paralímpicos, que se celebran poco después de los Juegos Olímpicos (del 26 de julio al 11 de agosto), también incluyen braille. “Era algo que nos parecía lógico. Los atletas en estos Juegos también deben sentirse orgullosos y poder leer las medallas”, dijo Verhule.
Para el comité organizador el diseño era exactamente lo que buscaban, ya que querían un símbolo que reflejara “lo que representan París y Francia”, dijo a Efe Mathieu Present, responsable de marca, eventos y programas de París 2024.
“Así que está claro que quienes ganen la medalla tendrán que quedarse con una pequeña parte de la Torre Eiffel, símbolo de París y de Francia”, destacó Prezent.
Joyas de Josefina Bonaparte
Esta antigua y legendaria joyería fue pionera en ocupar un espacio en la exclusiva Place Vendôme, hoy santuario del lujo mundial.
De hecho, fue comprado por el grupo de marcas de lujo LVMH en 1999. Tiene una historia que se remonta a casi dos siglos y medio, ya que fue fundada en 1780 por la orfebre Marie-Étienne Nietot, una de cuyos aprendices fue joyera oficial de María Antonieta incluso durante la monarquía.
Fue tras la convulsa Revolución Francesa (1789-1799) cuando la casa se consolidó como un referente mundial en joyería.
Nietot se hizo famoso por la corona y la espada utilizadas en la coronación del Papa Pío VII y de Napoleón Bonaparte como emperador (1804) y más tarde como joyero oficial de la emperatriz Josefina.
Desde entonces, la joyería de lujo, situada en la plaza Vendôme desde 1812, se ha adaptado a los gustos de las diferentes épocas, del romanticismo a la Belle Epoque, pasando por el cubismo y el futurismo, mientras su clientela se ha vuelto cada vez más internacional. Caracas Al Dia