Colombia, Ecuador, Perú y Chile “SoyCumplen con sus obligaciones internacionales“Para proteger a los migrantes que huyen de Venezuela”, denunció este jueves. Amnistía Internacional (AI) en su informe “Regular y Proteger”.
Según el documento, alrededor del 70% vive en estos cuatro países. 7,3 millones son ciudadanos venezolanos quienes huyeron “debido a la compleja emergencia humanitaria y las violaciones generalizadas de derechos humanos que ocurren en el país”.
Se trata de un éxodo de magnitud comparable al registrado en los vuelos procedentes de la guerra de Siria o la migración hacia el Mediterráneo occidental, que afecta a todos los países de América Latina y el Caribe.
¿Qué problemas tienen estos países?
Adeline New, investigadora estadounidense sobre IA, dijo Efe que estos países presentan “varios problemas comunes”, a saber Restricciones en el acceso a servicios básicos y lentitud en regularizar su situación migratoriaAdemás de la falta de protección para quienes entran dentro de la definición de refugiado según la Declaración de Cartagena de 1981.
“Esto significa que los cuatro estados que incluyen esta definición (refugiados desprotegidos) deberían poder proteger a estas personas y rara vez lo hacen. El número de personas reconocidas como refugiados es muy pequeño”, subrayó New.
“En Perú el sistema está saturado, casi cerrado. En Chile, solo cuatro (personas) fueron reconocidas como refugiadas en 2022. Allí se ven prácticas que violan los derechos humanos e impiden el acceso al asilo”, añadió el experto.
Mal sistema de refugio
El informe de AI destaca que los países que estudiaron “No priorizan el uso de cifras de asilo“, excluyendo la definición ampliada de la Declaración de Cartagena contenida en la legislación nacional para brindar protección a esta población sujeta a desplazamiento forzado.
Muchos de los programas de protección temporal destinados a migrantes venezolanos son demasiado inaccesibles, denuncia la organización, con “criterios imposibles de cumplir”, restricciones de estudio o trabajo, ausencia de sistemas de salud y enfoque de género.
“Los Estados deben garantizar el derecho a solicitar asilo, reconociendo que los venezolanos pueden ser refugiados. Esto requiere fortalecer sus sistemas de asilo. Cualquier programa de protección temporal o medida de regularización debe cumplir con garantías mínimas y garantizar el principio de no devolución”, dijo New.
Cooperación internacional
Varios líderes regionales han pedido una respuesta unida a la crisis humanitaria, aunque hasta el momento no se han visto resultados.
“Hay una falta de coordinación entre los gobiernos de la región, como cuando Chile militarizó y cerró sus fronteras, mientras Perú y Bolivia respondieron de manera similar, dejando a muchas personas varadas en la frontera y en una situación muy precaria”, dijo el investigador.
La falta de voluntad política y el discurso interno que vincula la inmigración venezolana con el fenómeno de la delincuencia, colocan a estas personas en una posición difícil, mientras “la mayoría necesita protección internacional”.
La organización pidió a la región “redoblar sus esfuerzos” para dar una respuesta “adecuada” a la magnitud de la crisis “respetando los más altos estándares del derecho internacional de los derechos humanos y del derecho de los refugiados”.
“En particular, la organización recomienda a todos los Estados receptores de venezolanos, y en particular los cuatro analizados en este informe, garantizar el derecho a solicitar el reconocimiento de la condición de refugiado”, concluye el informe.