con una espátula
Este viernes, un juez ruso condenó a doce años de prisión al físico Anatoly Gubanov, condenado por alta traición, la última víctima de la persecución contra los expertos rusos en el campo de las armas hipersónicas.
La fiscalía había pedido una pena de prisión de 13 años para Gubanov, detenido en diciembre de 2020.
Gubanov, que admitió su culpabilidad, era jefe de departamento del Instituto Central de Aerohidrodinámica, donde trabajaba con el científico Valery Golubkin, y también fue condenado por alta traición.
El juicio se celebró a puerta cerrada, ya que los materiales del caso penal son confidenciales.
Según la denuncia, en 2018 Gubanov invitó a Golubkin a trabajar en el desarrollo de un avión hipersónico, y como parte de ese trabajo, ambos proporcionaron informes sobre el trabajo realizado a sus colegas en Países Bajos.
El grupo de derechos humanos Pervi Otdale sostiene que todos los informes que los científicos debían compartir con sus colegas como parte de un proyecto conjunto fueron monitoreados varias veces para garantizar que los datos clasificados no terminaran en manos de otros.
La inspección no encontró ninguna información material secreta compartida, destacó Pervi Otdel.
El pasado mes de mayo, científicos rusos condenaron en una carta abierta la persecución de sus colegas vinculados al desarrollo de armas.
Con la introducción de nuevas armas hipersónicas rusas en 2018, la represión iniciada por las fuerzas de seguridad dentro de la comunidad científica para evitar filtraciones de secretos de Estado se intensificó y se disparó con el estallido de la guerra en Ucrania en febrero de 2022. Caracas Al Dia