Los gobiernos occidentales están tratando de “ampliar” su respuesta, dijo un funcionario de la embajada, que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a discutir el asunto públicamente. Ningún gobierno quiere ser el primero en nada, añadió en un informe de Reuters.
“No se trata de una carrera para ver quién puede avanzar más con nula eficacia en sus demandas, sino para ser eficaces en nuestro apoyo a la democracia en Venezuela”, dijo el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albarez, en una comparecencia en el Senado Hispano.
España, que mantiene profundos vínculos con Venezuela, está “liderando la posición de la UE” contra la violencia y en defensa de derechos como la libertad de reunión pacífica en Venezuela, afirmó.
Tres funcionarios de diferentes países dijeron que la respuesta mesurada se produjo porque estaban al tanto de lo que sucedió después de la reelección de Maduro en 2018.
Así, la primera reelección de Nicolás Maduro fue condenada con las sanciones más duras hasta el momento. Se reconoció ampliamente un gobierno interino liderado por la oposición, pero el esfuerzo finalmente se evaporó, dejando a Maduro en el poder.
Estados Unidos, bajo la presidencia del republicano Donald Trump, bloqueó las exportaciones de petróleo de Venezuela, pero ahora, bajo la administración del demócrata Joe Biden, hay poca inclinación a imponer sanciones más duras, indicó Reuters.
Hasta ahora, los funcionarios demócratas estadounidenses han amenazado con imponer nuevas medidas punitivas, pero se han abstenido de imponerlas.
La administración Biden quería evitar complicar el camino de la oposición, encabezada por María Corina Machado y el candidato Edmundo González, mientras los venezolanos buscan “incluso pequeñas concesiones” de Maduro, dijo una persona familiarizada con la línea estratégica de Washington.
Algunas de estas concesiones se relacionan con la apertura de canales de comunicación entre los dos partidos, que la oposición espera que conduzcan a un veredicto imparcial sobre los resultados electorales y a un posible cambio político.
Los funcionarios estadounidenses están contactando a gobiernos tanto de América Latina como de Europa para organizar una respuesta coordinada, dijeron tres de las fuentes. Cautelosamente, Estados Unidos reconoció a González como el ganador de las elecciones del 28 de julio, pero no fue nombrado presidente electo.