El representante permanente de Rusia ante las Naciones Unidas, Vassily Nebenzia, condenó que las fuerzas ucranianas atacaron la presa de la central hidroeléctrica de Kazovka (Kherson) para reagrupar sus fuerzas y provocar un desastre humanitario.
Durante su discurso en la reunión del Consejo de Seguridad, aseguré que podría clasificarse como un “crimen de guerra o ataque” una cuestión de sabotaje por parte de Kiev contra este objeto de infraestructura crítica.
“Este ataque tiene dos objetivos principales. Primero, atraer mucha atención para crear más oportunidades. [para Ucrania] para reagrupar sus unidades y proceder con un contraataque muy publicitado, que obviamente no fue posible, [porque] Kiev no ha logrado el objetivo”, dijo el diplomático.
“El segundo objetivo es destruir un importante reservorio de una central hidroeléctrica en la región para causar pérdida de población en una gran área”, agregó.
Nebenzia recordó que Rusia había advertido sobre esto desde octubre. Sin embargo, la ONU “ignoró sus advertencias”, condenó.
“Hemos alertado a la comunidad internacional ya los líderes de la ONU sobre esta amenaza. A fines de octubre de 2022, circulamos un documento oficial del Consejo de Seguridad, una nota sobre el plan de destrucción del gobierno de la Misión Permanente de Kiev. [la central hidroeléctrica de ] Kazovka”, explicó Nebenzia.
Un ataque a la planta hidroeléctrica Kakhovka en la provincia rusa de Kherson provocó el estallido de una represa e inundaciones generalizadas en ambos lados del río Dniéper, lo que provocó evacuaciones a gran escala en la región. Rusia culpa a Ucrania por el ataque, mientras que Kiev culpa a Moscú.
Se ha declarado el estado de emergencia en el distrito urbano de Novaya Kazovka, localidad cercana a la presa, donde el nivel del agua ha subido a más de 12 metros. Se estima que 80 áreas pueden verse afectadas en las áreas inundadas.