con una espátula
Galicia celebra este domingo unas elecciones en las que la derecha pone en peligro el dominio de una región que es su tradicional bastión y que, de perder, amenazaría la continuidad de su líder a nivel nacional.
El principal Partido Popular conservador de la región desde 2009 ha adelantado las elecciones de mitad de año previstas para este domingo, con la esperanza de que una victoria en su poder tradicional le impulse hacia las elecciones europeas de junio.
Pero las encuestas, que hasta hace unas semanas favorecían al PP, han continuado y ahora muestran que el partido está lejos de repetir los resultados de 2020, cuando consiguió 42 de los 75 escaños del parlamento regional, y puede que incluso hazlo. quedaría sin la mayoría necesaria para gobernar.
Si esto último ocurre, el golpe será especialmente duro para el líder nacional del PP, el gallego Alberto Núñez Feijo, que ha sido presidente regional durante trece años y que ha estado muy involucrado en las últimas campañas.
La imagen de Feijó ya quedó dañada cuando ganó las elecciones legislativas del pasado mes de julio, pero no consiguió el apoyo necesario en el Parlamento español para liderar el Gobierno, como sí consiguió el socialista Pedro Sánchez, reelegido presidente del Gobierno en noviembre.
La derrota del PP en Galicia, donde gobierna durante 36 años desde las primeras elecciones autonómicas de 1981, “tendrá implicaciones claras y evidentes para el liderazgo de Feijó (…)”, advirtió José Pablo Ferrandiz en la televisión pública TVE. semana., del Instituto de Encuestas Ipsos.
El principal rival del PP es un partido nacionalista de izquierda, el BNG, liderado por la carismática Anna Ponton, que podría obtener una mayoría con el apoyo de los socialistas.
Los resultados se conocerán tras el cierre de las urnas a las 20.00 horas (7.00 GMT).
Más de 2,7 millones de gallegos podrán votar, casi medio millón de ellos, el 17,7%, en el extranjero. Y a continuación, gran parte vive en Argentina, Cuba, Brasil, Uruguay y Venezuela.
-Giro-
Las elecciones de este domingo mostrarán cuánto han afectado algunas de las declaraciones de Feijóo al PP, que el pasado fin de semana dio un giro inesperado en lo que ha centrado el debate político en España en los últimos meses: la ley de amnistía para los separatistas catalanes que estudia el Parlamento.
La ley, muy controvertida en España porque prevé la retirada de cargos contra cientos de partidarios de la independencia por su participación en los esfuerzos de secesión de Cataluña en 2017, fue una condición no negociable impuesta a Sánchez por el partido separatista Carles Puigdemont. apoyo, esencial para su reelección.
Desde que Sánchez aceptó la acusación, Feijóo no ha pasado un día sin criticar el “insulto” de Sánchez a los separatistas por la ley, que considera inconstitucional y contra la que ha llamado reiteradamente a sus seguidores a protestar.
Pero en un giro de tuerca, Feijóo admitió el pasado domingo que había estudiado durante “24 horas” una amnistía general tras las elecciones legislativas a cambio del posible apoyo de Junt para hacerle presidente, aunque finalmente lo descartó.
Asimismo, defendió un “plan de reconciliación” para Cataluña y una posible amnistía para Puigdemont instalado en Bélgica con la condición de eludir la justicia española.
Aprovechando la campaña gallega, el Gobierno de Pedro Sánchez ha lanzado acusaciones contra Feijó, afirmando que ahora defiende lo que ha criticado durante meses.
“Por la mañana habla de amnistía y amnistía y por la tarde protesta contra los independientes”, criticó Sánchez en un mitin en Galicia el jueves.
AFP