Según el analista económico, político e internacional Thomas Socias López, la información recibida de los asesores y asesores del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, indica que se centrará en el conflicto Israel-Palestina, Rusia-Ucrania. Y evitar situaciones mayores con Libia y Corea.
Respecto a Venezuela, expresó que buscará soluciones pragmáticas basadas en experiencias pasadas.
Según el informe, él es otro Trump. Sin embargo, su retórica de amenazas y advertencias puede continuar, especialmente porque tiene plazo para asumir el cargo hasta el 20 de enero del próximo año.
La solución pragmática con Venezuela, según todas las fuentes cercanas al presidente electo, se basa en directivos de las petroleras venezolanas, algunas de ellas norteamericanas.
Las fuentes dicen que es necesario separar el conflicto político de la cuestión del petróleo. Estos encargados de extraer petróleo en Venezuela expresan abiertamente su comodidad y estabilidad.
Al fin y al cabo, directivos que trabajan en Chevron, que ayudan a aumentar la producción en el país y exportan lo último a Estados Unidos con más de 300 mil b/d/p.
El nombramiento de Susie Wiles, una asesora política de alto nivel a favor del petróleo, como jefa del gabinete del presidente electo. Un profesional altamente pragmático, conocido como experto en conflictos bélicos.
También Stephen Miller, un partidario de la línea dura contra la migración, Elise Stefanik, embajadora de la ONU en Israel, y Tom Homan, ex director interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas como el llamado “zar de la frontera”.
El papel de Robert Kennedy, junto con un programa sobre Seguridad Social y medicina, le da a la próxima administración Trump un enfoque especial.