Conductores denuncian que no hay equidad entre conductores venezolanos y colombianos. La piratería está muy extendida a lo largo del eje fronterizo.
San Cristóbal. Los transportistas en la frontera colombo-venezolana están preocupados porque el permiso de transporte bilateral para ingresar a Cúcuta vence el 31 de diciembre.
El representante del gremio en la frontera, Celestino Moreno, destacó que los trámites representan un alto costo para cruzar a países vecinos, lo que representa un golpe al bolsillo de los conductores.
Señaló que si bien ha habido reuniones entre representantes de los gobiernos de Venezuela y Colombia, no hay interés político en resolver el tema. Transporte binacional en Venezuela que ingresa a la terminal de Kukuta.
Moreno recordó que cada seis meses deben renovar el permiso que exige el Área Metropolitana de Cúcuta. Cada vez que tienen que realizar el trámite, las autoridades exigen más requisitos, lo que complica y encarece mucho la prestación de servicios a los usuarios.
De igual forma, indicó que las líneas de transporte que cubren las rutas binacionales Táchira-Kukuta han aumentado de 14 a 17.
Los líderes sindicales piensan que Renovación del Permiso Se convierte en negocio con transportistas venezolanos que ingresan a la terminal y al área metropolitana de Cúcuta.
Sostuvo que no existe igualdad de condiciones para los transportistas en la frontera de ambos países.
“Planteamos ante el Ministerio de Transporte y ante el Consejo Legislativo del Táchira la necesidad de hacer lo mismo para los transportistas colombianos: una especie de SOAT, tecnomecánica, seguros extracontractuales, entre otros, y en la misma medida”, dijo.
Moreno instó a los gobiernos de Colombia y Venezuela a promover una verdadera vecindad, como antes del cierre de la frontera en agosto de 2015. “Seguimos operando con pérdidas. Debería haber mayor equidad para que no aumente la volatilidad”, afirmó.
requisito
El taxista Rafael Moreno señaló que las autoridades de tránsito deben garantizar que los conductores colombianos tengan una ruta específica en los municipios de Pedro María Ureña y Bolívar, ya que esto limita el trabajo de los conductores nacionales.
Para Moreno, es necesario que estos autos amarillos cumplan con requisitos como seguro de salida, el vehículo debe ser del año 2002, deben salir de la jurisdicción sin pasajeros y vestir el uniforme de la línea correspondiente.
Lo que proponen los transportistas de Ureña es que las exigencias del Táchira sean similares a las de AMC, donde el transportista tiene que invertir una gran cantidad de dinero en documentos y, además, no puede salirse de la ruta planificada.
“Llevamos mucho tiempo discutiendo esto y no se ha hecho nada. Los taxistas venezolanos son los que más sufren, ya que ellos (los colombianos) van y vienen como si nada, pero nosotros no podemos ir como queremos”, explicó.
el pirata
El problema se agrava La piratería parece no tener fin. Y es que durante la época navideña aumenta la migración de personas hacia países vecinos sin el correspondiente permiso.
Sostuvo que el número de pasajeros ha disminuido debido a las filas establecidas, como los taxistas y los autos de cinco plazas. Además estos vagones ocupan espacio innecesario para la carga, especialmente en Villa del Rosario.
“Le pagan a la policía colombiana y les permiten pararse en ciertos puntos. Esto no se debe permitir porque están violando leyes y tratados establecidos”, afirmó.
El diputado del Consejo Legislativo estatal, Mauricio Valencia, condenó la persecución en su contra. Transporte en Venezuela. Señala que tiene desconocimiento acuerdo internacional que regula el transporte entre los dos países.
“Esto es una intolerancia enorme y un desconocimiento total y absoluto de los acuerdos firmados por Colombia y Venezuela en esta materia. Como el acuerdo de Tonchala, que es bastante antiguo, y el acuerdo de Cartagena de 2014 sobre transporte de carga y pasajeros”, recordó.
Valencia solicitó que se apliquen las mismas reglas para todos y garantizar la igualdad de condiciones en la realización del transporte en la frontera colombo-venezolana.
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