Miles de personas se manifestaron el miércoles convocadas por las centrales sindicales de Argentina para pedir al poder judicial que declare inconstitucional un decreto del presidente ultraliberal Javier Milli que promueve una profunda desregulación de la economía.
por RFI
Coreando “el país no está en venta” y portando banderas argentinas, los manifestantes apoyaron la petición que las centrales sindicales han presentado ante la justicia contra el decreto, que incluye reformas a más de 300 leyes y entrará en vigor el viernes. Una fuerte combinación financiera.
“No cuestionamos la legitimidad del presidente Mile, pero queremos que respete la separación de poderes. “Los trabajadores deben defender sus derechos si hay inconstitucionalidad”, afirmó Gerardo Martínez, secretario general del sindicato de la construcción, que encabezó la Manifestación frente al Palacio de Justicia de Buenos Aires, dijo a la prensa.
Las organizaciones sociales también se sumaron al movimiento. “Vinimos a decir no al decreto porque usurpa uno de los poderes del Estado, el Congreso”, dijo a la AFP Adrián Grana, un manifestante, para quien la iniciativa del presidente “es un decreto para favorecer a los poderosos”. “.
“Diálogo tripartito”
El decreto limitó el derecho de huelga, revisó los contratos laborales y los sistemas de compensación por despido, redefinió la jornada laboral, abrió la puerta a la privatización de empresas públicas y derogó leyes para proteger a los consumidores contra aumentos escandalosos de precios en un momento en que la inflación anual era del 160% y la pobreza superó. 40%.
“Hoy vamos a los tribunales, pero hay otro capítulo centrado en el Congreso que tendrá que debatir profundamente sobre el contenido del decreto”, dijo Gerardo Martínez.
El dirigente sindical instó al Gobierno a “establecer una mesa conjunta de diálogo tripartito con empresarios y sindicatos, ya que otros países han sufrido graves ajustes”.
*Leer más: Arde debate militante en Argentina por las medidas económicas de Milli
El Congreso, donde el oficialismo es una tercera minoría, podría revocar el decreto, pero es un proceso que podría llevar meses.
La iniciativa derogó la Ley de Movilidad para Jubilados y las leyes que regulan los alquileres, liberó las tasas de comisión bancaria y las tasas punitivas para los préstamos, y permitió que los clubes deportivos se convirtieran en sociedades anónimas.
“El decreto es destructivo de todos los derechos laborales. El pueblo argentino eligió a Miley como presidenta de la nación, no como emperador”, criticó Martín Lucero, un docente de 45 años que llegó desde Rosario para apoyar la marcha.
La semana pasada, el poder judicial abrió un expediente para analizar una defensa colectiva contra el decreto.
La presidenta Miley, que asumió el cargo el 10 de diciembre, convocó al Congreso a una sesión extraordinaria el martes para discutir legislación que complemente el decreto con reforma fiscal y leyes electorales.
Rescindió los contratos de unos 7.000 empleados en el marco del recorte del gasto estatal por decreto, que aspira a alcanzar el equivalente al 5% del producto interior bruto (PIB).
“Todas las medidas me afectan completamente, nos van a matar de hambre”, dijo Sofía Julián, una empleada de 33 años que llegó en marzo desde la periferia sur de Buenos Aires. “Estamos unidos y organizados y seguiremos luchando para oponernos a las decisiones que tome este gobierno contra el pueblo argentino”, agregó.
Vista de publicación: 117