con una espátula
Alex Wang / Gettyimages.ru
Un militar colombiano retirado fue condenado este viernes a cadena perpetua en un tribunal de Miami (Florida) por su papel en el asesinato del presidente haitiano Jovenel Moise, el 7 de julio de 2021, que sumió en el caos a la nación caribeña.
Germán Rivera, considerado uno de los cabecillas de los mercenarios asesinos, fue sentenciado por el juez federal José E. compareció ante Martínez.
El mes pasado, el capitán retirado se declaró culpable de complicidad en una conspiración criminal y de conspirar para matar o secuestrar a una persona fuera de los Estados Unidos.
El acusado, vestido con un uniforme marrón de preso y con grilletes en manos y pies, negó su derecho a hablar antes de la sentencia.
Rivera es la segunda persona condenada en Estados Unidos por la muerte del presidente haitiano. El país norteamericano tiene competencia sobre el caso porque el plan para matar a Moise se organizó en Florida.
Rodolphe Zar, un empresario haitiano-chileno, fue condenado a cadena perpetua en junio por su papel en el asesinato.
El 7 de julio de 2021, un comando armado formado por unos 20 colombianos mató a tiros al presidente haitiano, de 53 años, en su residencia privada de Puerto Príncipe sin la intervención de sus guardaespaldas.
Rivera sostuvo varias reuniones con los demás conspiradores y formó parte del convoy armado que se dirigió a la casa de Moes el día del magnicidio, según él mismo admitió.
Según la Fiscalía estadounidense, dos directores de una empresa de seguridad en Miami tramaron un plan para secuestrar a Moise y sustituirlo por Christian Sanon, un haitiano-estadounidense que quería convertirse en presidente de la nación caribeña.
El propósito de estos instigadores -el venezolano Antonio Intriago y el colombiano Arcángel Pritel Ortiz- era firmar lucrativos contratos para construir infraestructuras y proporcionar fuerzas de seguridad a un futuro gobierno encabezado por Sanon, también acusado en Estados Unidos.
Su idea inicial era secuestrar a Moise, pero al no conseguirlo, los conspiradores decidieron asesinar al presidente.
Desde entonces, Haití ha estado experimentando una inseguridad extrema. Las pandillas controlan alrededor del 80% de Puerto Príncipe, y los delitos violentos como el secuestro para pedir rescate y el robo a mano armada están aumentando en la empobrecida nación caribeña. AFP