Los activistas políticos de oposición bajan su perfil en Venezuela por temor a sanciones, persecución y encarcelamiento. Según líderes y analistas del partido, la transición democrática se ha visto dificultada por el “miedo” popular a las represalias del gobierno de Nicolás Maduro.
Texto: Voz de América
“Pablo”, líder de la oposición venezolana, de unos 50 años, ya no se siente tan libre como antes para organizar mítines masivos con su partido o visitar barrios de su región en el oeste del país. Si se trata de una reunión, no hay fotos, no hay tweets, todo es apresurado. Deben actuar “discretamente”, afirma, reconociendo su “terror” a ser detenido por dedicarse a política.
“Todos estamos en riesgo”, aseguró a Voice of America bajo condición de anonimato por temor a represalias tras las disputadas elecciones presidenciales de hace casi cuatro meses y el posterior acoso por parte de la inteligencia estatal.
El presidente socialista Nicolás Maduro fue reelegido oficialmente en julio para un nuevo mandato de seis años, que comenzará el 10 de enero de 2025. Políticos como Pablo afirman tener copias de las actas de los colegios electorales en la mayoría de las ciudades del país. Que lo consiguieron. Sin embargo, defender esa victoria es como comprar un billete de lotería cuyo premio es la cárcel.
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“Tenemos terror entre nuestros dirigentes, lo han sembrado con mucha fuerza”, admitió el líder opositor, acusando tajantemente al chavismo de “movilizar” un juego político en Venezuela que calificó de fraudulento, violento y represivo.
Reveló que ha tratado de realizar su labor política “con mucha discreción” en los últimos meses: los detalles de sus mítines, como la hora y el lugar, son secretos; Evitan reuniones masivas; Apagaron sus teléfonos cuando se reunieron; Eliminan conversaciones privadas; Y tratan de “no hablar demasiado” para acortar el tiempo de su cónclave.
Incluso los miembros del partido de oposición corren el riesgo de morir
La oposición espera que su candidato, Edmundo González Urrutia, exiliado en España, preste juramento como jefe de Estado en enero. El chavismo, por su parte, considera las elecciones una cuestión del pasado, aunque ha arrestado a cientos de activistas y líderes de partidos de oposición acusados de terrorismo.
El miedo de los políticos de la oposición no se basa en la sospecha. El mismo gobierno difundió videos e información sobre las detenciones de líderes antichavistas involucrados en las elecciones y que protestaron por los resultados.
Recientemente uno de ellos murió bajo custodia estatal.
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El jueves pasado, familiares, varias ONG y la líder opositora María Corina Machado, testigo electoral y miembro del partido Vente Venezuela, una diabética de 36 años que fue detenida un día después de las elecciones y cuya enfermedad le provocó la muerte, condenaron su muerte. . No fue atendido a tiempo por las autoridades durante su confinamiento.
Machado, quien admitió estar escondido por temor a perder su libertad y su vida, dijo que el activista Jesús Martínez Medina sufrió necrosis en una pierna después de semanas en una celda “degradante” en el estado oriental de Anjouátegui.
Estadísticas que huelen a muerte y detención
Martínez Medina es considerado el vigésimo prisionero político, tanto civil como militar, que muere bajo custodia estatal en la última década, siempre durante el gobierno de Maduro, el fallecido ex presidente y delfín político del teniente coronel Hugo Chávez Frías.
Además, desde las elecciones presidenciales, el gobierno ha detenido a 1.848 personas, para un total de 1.976 presos políticos, según la ONG Foro Penal.
En Venezuela, según sus registros, más de 17.900 personas han sido detenidas por motivos políticos en la última década. Después de la votación de julio, estos arrestos incluyeron a alcaldes, exdiputados, exgobernadores y líderes de partidos, como Rafael Ramírez, Freddy Superlano y Williams Dávila, así como a activistas de bajo o medio perfil.
“Tuve que esconderme durante varios días, le bajé un poco el perfil a mi denuncia”, dijo a la VOA Ulises, otro líder de la oposición venezolana también temido.
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Una vez, cuando una protesta que había organizado fue atacada por militares y matones del partido gobernante, tuvo que pasar horas sentado sobre una lápida en un cementerio desierto, esperando que cayera la noche para poder escapar.
Hoy, dice que siente que la amenaza contra él se ha vuelto “menos que mayor”.
Incluso cuando habla con la prensa suele ser cuidadoso con sus palabras. “Sabes que, en cualquier momento, te van a poner en la mira y vas a estar en la cárcel o muerto”, señala.
En octubre, Edwin Santos, líder opositor de los Voluntarios del Estado de las Llanuras, fue encontrado muerto en un presunto accidente de motocicleta dos días después de que la oposición dijera que había sido detenido por agentes estatales.
Ulises, por su parte, advirtió que tales noticias infunden miedo en la oposición y minan sus protestas y estrategias de cara a la juramentación presidencial y las elecciones regionales y parlamentarias del próximo año. Creen que este panorama no cambiará antes de enero.
“Tendrá un impacto. El gobierno quiere que usted se limite a cualquier acción política que quiera emprender contra ellos, incluso si es pacífica”, dijo.
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“El rostro de una transición afecta la actividad política interna en Venezuela”, admite.
Según analistas, la idea y las medidas adoptadas para oponerse al gobierno de Nicolás Maduro ante la situación actual de la oposición en Venezuela: Machado se esconde; Su candidato presidencial de julio vive en el exilio, y cientos de sus líderes y activistas están encarcelados, mientras que otros son perseguidos e incluso hay informes de torturas y malos tratos.
María Puerta Riara, politóloga y profesora del Valencia College en Florida, dijo que las tácticas gubernamentales de represión y persecución por razones políticas, inicialmente contra figuras de alto perfil y activistas partidistas, ahora se han extendido a la sociedad civil.
“Ha llegado a un extremo nunca antes visto, crea pánico en la sociedad”, dijo a Voice of America, destacando el arresto de decenas de adolescentes por protestar por los controvertidos resultados electorales.
Maduro dijo a finales de octubre que su gobierno no enfrenta ninguna oposición, sino “una conspiración permanente de grupos políticos, que han dado origen al terrorismo en la trama”. Los arrestos políticos también han involucrado a altos funcionarios del chavismo, como el ex presidente de PDVSA, Pedro Telechia.
Diosdado Cabello, su augusto ministro del Interior, militar retirado y ex golpista considerado uno de los hombres más radicales del chavismo, llamó al pueblo a prepararse para “todo” en “defensa de la patria”.
También confirmó el llamado de Maduro a una “fusión” del pueblo con la policía y el ejército para proteger su proyecto, suponiendo que permanezcan en el poder más allá de enero de 2025.
Exclusión política que asusta a los opositores
La política en Venezuela se ha vuelto “compleja y arriesgada” después de las elecciones presidenciales, evaluó el politólogo Ricardo Ríos de la consultora Poder y Economía.
Al dar por válidos los resultados oficiales de las elecciones, Ríos advirtió que el chavismo no está dando espacio en la vida política del país a más del 40% de la sociedad que votó en contra el 28 de julio.
“Es una parte política de la exclusión. Hasta que no tengamos la posibilidad de un sistema político con una expresión auténtica de los sentimientos de la sociedad, tendremos una serie de distorsiones que no son beneficiosas”, advirtió.
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Pablo, líder de la reunión casi secreta en el occidente del país, aseguró que la oposición continúa tratando de “levantar el ánimo” del pueblo, mientras esperan acontecimientos y estrategias en vísperas de enero.
En esas fechas, la oposición espera que comience un cambio, del que aún no hay señales claras e inequívocas. Animar a la gente no es una tarea fácil, ya que el chavismo sigue gobernando y radicalizando su trato a los disidentes, evalúa.
Dijo: “El país está sumido en una gran depresión psicológica.
Sin embargo, es otro rasgo que comparten todos sus compañeros, señala.
“Miedo.”
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