Una sesión de fotos viral que muestra a una joven turista teniendo relaciones sexuales con una estatua de Baco, el dios romano del vino y la sensualidad, ha provocado indignación y rechazo por parte de las autoridades italianas y defensores del patrimonio cultural.
El incidente ocurrió el fin de semana en Florencia. El Ministerio de Cultura y la alcaldía de la ciudad iniciaron una investigación para identificar al turista, quien, según la alcaldía, “probablemente en estado de ebriedad” actuó como si estuviera “fingiendo sexo”.
Las autoridades han advertido que impondrán cuantiosas multas al turista cuando logren identificarlo. Asimismo, barajan prohibirle la entrada a Florencia de por vida, en virtud de una ordenanza que busca proteger el patrimonio cultural del país de cualquier forma de abuso.
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“Florencia es una ciudad que no respeta a los visitantes. Esta constante avalancha de groserías se debe a que cada uno se siente con derecho a hacer lo que quiera con impunidad”, declaró Patrizia Asproni de Confcultura, una organización dedicada a la preservación del patrimonio cultural.
Asproni abogó por aplicar “controles estrictos, multas muy elevadas y tolerancia cero” al estilo del “modelo Singapur”.
Por su parte, el ex concejal de Florencia, Marco Passeri, cuestiona la necesidad de atraer este tipo de turistas a la ciudad: “¿Estamos seguros de que necesitamos este tipo de turistas en Florencia?”
La estatua en cuestión es una réplica de una obra maestra del siglo XVI del escultor Giambalogna, cuya versión original se encuentra en el Museo del Bargello.