con una espátula
En medio de la alegría y celebración que caracteriza la época navideña, Lejos de su tierra natal, los migrantes venezolanos enfrentan una realidad amarga y desgarradora.
Por Ana C. Guaita Barreto/ Correspondencia
separados de sus seres queridos, Estos migrantes se aferran a sus recuerdos y tradiciones para hacer frente a la nostalgia y la ausencia. en esta fiesta
Nuestro equipo corresponsal contactó a algunos guaireños que se vieron obligados a abandonar su lugar de nacimiento donde nacieron y vivieron durante décadas, para probar suerte en otro país que les ofrezca una mejor calidad de vida.
Wendy Martínez, originaria de Maiketia y actualmente radicada en Chile, lamenta extrañar las fiestas navideñas que animaban las calles de su pueblo. A diferencia de la realidad en Chile, donde la Navidad no es tan festiva, Wendy añora las reuniones familiares, la música, la comida sencilla y el espíritu alegre que caracterizan las celebraciones en Venezuela.
Génesis Figueira, otro migrante procedente de Catia La Mar, al oeste de la entidad, ha manifestado su intención de regresar a Venezuela a finales de 2024 o principios de 2025. A pesar de seguir las costumbres del país donde vive (Chile), Extraña profundamente la calidez de la playa y la tradición de realizar halakas en familia cada 21 de diciembre para entrar en el espíritu navideño. Aunque intenta recrear estas tradiciones en su nuevo hogar, lamenta no poder compartirlas con sus seres queridos.
Roymar Castro, quien se encuentra en Chile, ha expresado su deseo de regresar a Venezuela y reunirse con su familia. Las dificultades para obtener visas y las restricciones migratorias hacen que esta aspiración sea un desafío. Roymer extraña la hospitalidad de Venezuela, las cálidas playas y comenta en broma que las empanadas de cazón son los alimentos que más extraña, ya que son un manjar que no puede encontrar en su país anfitrión. A pesar de la distancia, quiere mantener viva la tradición hallaka y disfrutar de la playa con su hermano, que también emigró.
Elin dos Santos, que reside en Estados Unidos, dijo que adaptarse a una nueva cultura y tradición fue un desafío. La Navidad se celebra de manera diferente en Estados Unidos con una cena familiar el 25 de diciembre a diferencia de la tradición venezolana de la cena de Nochebuena. Elaine extraña las reuniones familiares de Nochevieja, la gaita y compartir con amigos y vecinos. Aunque intenta mantener algo de herencia venezolana en su hogar, la nostalgia y el anhelo por su tierra y sus seres queridos siempre están presentes.
Estas historias reflejan el dolor y la tristeza que experimentan los inmigrantes guaireños cuando vacacionan lejos de sus familias y de su tierra natal.
A pesar de adaptarse a nuevas costumbres y tradiciones, La ausencia de seres queridos y la imposibilidad de reconstruir completamente la celebración venezolana genera una sensación de nostalgia y añoranza..
Sin embargo, estos inmigrantes se aferran a la esperanza de una reunificación y podrán revivir las tradiciones que aman en un futuro próximo.