Un general rebelde boliviano, Juan José Zúñiga, acusó al presidente boliviano Luis Arce de ordenarle un autogolpe para aumentar su popularidad.
Tras su detención, la policía permitió al uniformado un breve encuentro con los periodistas. En su declaración destacó que todo fue planeado por el propio Presidente de Bolivia.
“El presidente me dijo: 'La situación es muy mala, esta semana va a ser crítica, necesito preparar algo para aumentar mi popularidad' y luego le pregunté: ¿Sacamos los vehículos blindados? 'Sáquenlos. Fuera'. ' y los vehículos blindados el domingo por la noche. Los vehículos empezaron a caer”, comentó.
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En ese momento, la policía interrumpió la entrevista y ordenó a las patrullas que se lo llevaran. En ese momento, un periodista le preguntó si se trataba de un autogolpe, a lo que el soldado respondió: “Sí, sí, sí”.
La policía ha trasladado al ex comandante del ejército boliviano Juan José Zúñiga a las Fuerzas Especiales de Lucha contra el Crimen (FELCC) para que preste declaración.
🔵 #ANF | #Urgente El general Juan José Zúñiga fue detenido y denunció que el presidente Luis Arce le pidió “preparar algo” para aumentar su “popularidad”. pic.twitter.com/ls7Wd5E1tF
— Agencia de Noticias Fides (@noticiasfides) 26 de junio de 2024
Golpe fallido
El miércoles por la tarde, Zúñiga y sus seguidores, fuertemente armados y portando un tanque, ingresaron a la Plaza Murillo, donde se encuentra la sede del gobierno boliviano, la Casa Grande del Pueblo.
Rompieron la puerta principal, entraron al edificio y amenazaron con “cambiar el gabinete de gobierno”.
#Internacional| 🇧🇴 #bolivia Frente a una crisis: un esfuerzo #golpe El presidente fue condenado por Ars. Un tanque se estrelló contra el Poder Ejecutivo tras amenazas del despedido comandante Zúñiga, acusado de organizarlo #Protesta. pic.twitter.com/hVtTQ65kX5
— El Educador (@ElEducadorEc) 26 de junio de 2024
El presidente Luis Arce, acompañado por el vicepresidente David Choquehuanca, calificó la medida como un “intento de golpe de Estado”.
Después de siete minutos de tensión, los soldados abandonaron el edificio. Tras su salida, Zúñiga anunció a los medios su intención de “restaurar la democracia” y liberar a “todos los presos políticos”, entre ellos la expresidenta interina Jeanine Áñez y el gobernador opositor Luis Fernando Camacho.
La respuesta del gobierno fue inmediata. Tanto Zúñiga como el comandante de la Armada boliviana, Juan Arnez Salvador, han sido arrestados y serán acusados de terrorismo y rebelión armada.