Los peninsulares viajan entre Cumaná y Araya, arriesgando sus vidas en lanchas abiertas o en un barco sobrecargado donde deben pagar la tarifa oficial de 50 bolívares y efectivo.
Cumaná Los residentes de la península de Araya no han dejado de esforzarse para escapar del deterioro de sus niveles de vida. Lamentablemente, la pobreza es visible a simple vista: El agua potable es un tesoro por el que deben pagar, El costo de los alimentos se volvió inasequible y la falta de transporte marítimo regular a Cumaná diezmó a la población.
Partieron embarcaciones conocidas como “Tapitos” que llegaron hasta la parroquia Manicua en Araya. Los que necesitan almacenar comida, Obtenga atención médica especializada o adhiérase a una Persistentes en Cumaná, tienen que madrugar a las 3:00 am para inscribirse en una lista que les permite viajar en embarcaciones proporcionadas por el gobierno estatal.
Aquellos que no tengan la suerte de entrar en la lista porque ya hay “Algunas Vidas” tendrán que esperar. Un barco sin techo y sin aro salvavidas, Sólo quédate con Dios y los santos para que la marea no “te trate mal”.
Francis Rodríguez es docente en Araya y viaja todas las semanas a Cumaná para comprar productos básicos y visitar a su familia, considera que El transporte es un negocio del que se benefician algo
Esto es patético porque exageran la cantidad de personas que retienen sin importar las condiciones del viento. Es todo un negocio: primero vienen los que tienen bolsas de mercado a cobrarlas más. Hay que poner el bolso en un asiento, porque se paga”, dijo.
aleatorio
Rodríguez aseguró Las devoluciones siempre estresan a los usuarios Quienes tienen que volver a inscribirse en la lista, entregar sus cédulas de identidad y esperar con altas temperaturas, sin garantía de servicio para cubrir sus necesidades físicas, porque la empresa privada no les proporciona baños y el del muelle está siempre cerrado. La falta de agua.
Daniel Cortez, también de Araya, Sostiene que no sabe a dónde va el dinero que pagan En impuestos por alquiler, mientras que el servicio es peor.
Pagas 40 bolívares en los barcos del gobierno y 50 en los barcos abiertos, pero si traes una bombona de gas o una bolsa de comida pagas más y después de las 4 de la tarde te cobran 30 bolívares extra. Porque sube el combustible… el barco es más tarde, más peligroso, pero hay que hacerlo para llevar cilindros y bolsas”, cuestiona Cortez.
Aseguró que La recaudación de excedentes la realizan funcionarios dispuestos por el Instituto Nacional del Espacio Acuático (INEA), que aloja a 20 personas más para los 84 pasajeros y deberá pagar en efectivo.
Cortés admite que La península no viaja como antes lo hacía Cumaná Y la situación perjudica no sólo a quienes van al continente a abastecerse de bienes de primera necesidad, sino también a quienes trabajan en la capital Sucre.
Otro residente de la península es Jorge Lanzao. Lamenta que la pera de manicura haya salido mal. Y las autoridades no lo arreglaron.
“Los barcos o lanchas gubernamentales no tienen capacidad para servir a la gente, pero suben las tarifas, cobran dinero real y nunca reparan los muelles”, afirmó.
Cámara de Turismo de Arya también La denuncia hizo eco y se anunció oficialmente Aprobación de un nuevo barco, pero eso no sucederá hasta dentro de un mes.