con una espátula
Richard Gere encabeza la lista de las películas más emblemáticas de Hollywood. Un romance con final trágico en la caída de Nueva York con Winona Ryder. Una versión de la leyenda del Rey Arturo en la que Sir Lancelot se roba el protagonismo con una mirada lasciva a Ginebra, Así lo revisó INFOBAE.
La cadete de la Academia Naval que sostiene a Debra Winger en sus brazos, la obrera que añora su uniforme blanco en Dare to Feat. Y por supuesto, el sensible yuppie Edward Lewis se inclina sobre el techo de su limusina con rosas en mano, en un torpe y adorable intento de recuperar a Vivian, una prostituta que tiene una improbable historia de amor con un carismático hombre de negocios.
El actor de cabello plateado, ojos rasgados y voz suave ganó fama como protagonista.
Músicos y deportistas
Nació Richard Tiffany Gere el 31 de agosto de 1949 (hoy tiene 74 años) en la ciudad de Filadelfia. Tuvo 4 hermanos del matrimonio formado por Homero y Doris. Cuando era joven y especialmente adolescente, todos creían que Richard sería músico. Toca muy bien el piano y la trompeta, también compuso algo de música. Pero no sólo era buena en la música sino también en los deportes y fue así como consiguió una beca como gimnasta en la Universidad de Massachusetts donde sorprendió a todos al apuntarse a Filosofía.
Al cabo de dos años abandonó sus estudios y se trasladó a Londres. Era 1973 y su gran oportunidad le esperaba en el West End. En Nueva York participó en el musical Grease pero como actor suplente, esta vez le ofrecieron ser titular e interpretar al protagonista Danny Zuko.
La obra fue un éxito y el productor empezó a prestarle atención al chico de ojos rasgados, cuerpo torneado y una sonrisa tan seductora que dan ganas de preguntarle “¿Puedo quedarme?”. Así le ofrecieron papeles primero en Quiero la verdad y luego en Buscando al señor Goodber.
Parecía que la película le había alcanzado, pero no. En 1977, Richard decidió tomarse un descanso y viajó a Nepal para conocer y aprender de monjes y lamas tibetanos. No fue un arrebato repentino sino una decisión que había considerado durante mucho tiempo desde que tenía 20 años cuando llegó al budismo. Él mismo contó cómo fue ese proceso: “Me estaba buscando a mí mismo. Intentó comprender el universo, pero no pudo. Fue entonces cuando descubrí el budismo, que era capaz de darle sentido a todo. Desde entonces me siento muy afortunado. El budismo me mostró una forma de vivir sin sentir tanto miedo, me quitó el miedo a explorar y descubrir cosas”.
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