con una espátula
El tráfico diario de cajas de frutas y verduras en el mercado central de Buenos Aires parece un gran terremoto que ha anunciado una creciente inflación en Argentina, donde los precios de los alimentos y bebidas se han disparado. 14,3% en septiembre.
“Va a crecer y se va a volver cada vez más complejo”, predice Fabián, un mayorista agrícola que comercia regularmente en el mercado de frutas de Tapiales, al suroeste del suburbio de Buenos Aires.
Los datos de inflación de alimentos tienen un impacto directo en la medida de pobreza y vulnerabilidad de Argentina.
En el primer semestre del año, la pobreza de la población urbana de Argentina era del 40,1%, mientras que la pobreza era del 9,3%.
Según el último informe de índices de precios publicado por el Instituto Nacional de Estadística (Indec), el aumento del sector alimentos tuvo mayor impacto en todas las regiones de Argentina en el noveno mes del año, aunque se ubicó en el puesto número 1. 3 puntos porcentuales menos que el incremento experimentado en agosto.
La variación de los precios de los alimentos en esta categoría sólo es superada a nivel estatal por las categorías ‘Ropa y Calzado’ (15,7%) y ‘Entretenimiento y Cultura’ (15,1%).
Se activa la canasta básica
Algunos productos básicos de la canasta básica, como el arroz, experimentaron un crecimiento significativamente mayor: el kilo del producto costó un 26,4% más en agosto.
“La situación es muy complicada en este momento. Toda la economía está muy mal. Puedes ir a comprar un paquete de azúcar a una tienda y pagar el doble”, dice Fabián.
En concreto, el azúcar ha tenido el incremento más significativo de toda la canasta calculada por el Indec. El kilo de edulcorante en el país es un 14,4% superior al de hace un mes, 8,7 puntos superior al de agosto.
También aumentaron otros productos básicos como la sal (21,2%), los huevos (18,7%), las patatas (14,2%) y el pan (13,7%).
Pero fue en frutas y hortalizas -principalmente para exportación- donde la explosión de precios del mes pasado fue más notable.
“Ahora todos (esos precios) están en dólares”, dijo Fabián al ser consultado por Efe sobre las altas cifras de frutas y verduras, materia prima que comercializa en su stand.
“Todo lo que se importa cuesta más, como el banano de Ecuador”, confirma, señalando datos del Indec, que destacan un impresionante aumento del 46,2% en el peso del banano por kilo.
En el lado opuesto de la escala se encuentran los cortes de carne indexados por organización.
Los asados, la carne picada, las paletas, las grupas y los lomos continuaron aumentando en septiembre (alrededor del 15%), pero lo hicieron a un ritmo mucho menor que en agosto (cuando aumentaron alrededor del 30% en cada caso).
Una voz optimista
Ante los malos augurios de Fabián, otros como Alejandro prefieren ser positivos.
“Hay menores ventas porque la gente no puede comprar, pero creemos que vamos a seguir adelante como siempre”, señaló, asegurando que los alimentos son el último producto que recortan los consumidores.
Sin embargo, incluso un optimista como Alejandro admite que los verduleros compran cada vez menos alimentos para la venta, ya que los consumidores reaccionan cada vez peor al aumento de los precios del sector.
A menos de diez días de la primera vuelta de las elecciones en Argentina, las nuevas cifras de inflación parecían un terremoto anunciado en el mercado de Buenos Aires, incluso después de los dos peores meses registrados -agosto y septiembre sumados- desde finales del verano de 1991.
Por sus pasillos, en el ajetreo matutino de los porteadores de carga y descarga, el porcentaje de aprehensión en el ajetreo cotidiano es otra ilustración.
Caracas Al Dia