Un policía de Delta Amacuro fue la víctima número 13 del derrumbe de una mina en El Callao. Williams estaba de vacaciones en casa de Alexis Gil Guillerte y aprovechaba esos días libres para trabajar en las minas y tener mejores ingresos.
Puerto Ordaz. Los pueblos del sur de Bolívar se diferencian porque su principal fuente de empleo es la minería artesanal. Son pueblos mineros y en ello se basa su sustento económico. Sin embargo, el auge que provocó a raíz de la crisis generalizada en Venezuela provocó un péndulo en estas zonas y trabajando en minas sin las mejores condiciones para ello.
El 30 de mayo se registró un deslizamiento de tierra en la mina La Talavera en el sector El Perú de El Callao, al sur de Bolívar. El resultado de las fuertes lluvias de ese día. Sin embargo, los impactos ambientales de la deforestación por la minería indiscriminada han sido advertidos de mayores consecuencias.
Si bien trabajar en las minas es una opción de sustento para los venezolanos que viajan a estas zonas y para los propios pobladores, también significa riesgo de muerte. 13 personas murieron en el derrumbe de la galería de oro.
El martes 6 de junio, el alcalde de El Callao, Coromoto Lugo, confirmó que la cifra de muertos ascendía a 13. El último cuerpo que encontraron fue el de Williams Alexis Gil Guillerte, de 21 años. Y un ejemplo perfecto de cómo los venezolanos ven la minería para obtener mejores ingresos económicos poniéndose en riesgo.
Gil Guilarte era policía activo en el Centro de Coordinación Policial del Estado Delta Amakuro adscrito a la Comisaría Municipal de Casacoima.
Un colega comentó que Gill estaba de vacaciones y aprovechó esos días para visitar las minas por lo que su trabajo como policía no le garantizaba: un buen ingreso.
un trabajo temporal
“Hice muchas cosas cuando vivía en Bolívar. Me estaba mudando con mi esposo, ambos mineros. No cocinaba ni vendía helados, no me comunicaba con radios, cosas del interior u otras personas. .Nosotras Isidora lo hacíamos en la mina. Solíamos regresar de unos días en Puerto Ordaz. Así me junté para pagar la operación de mi mamá y su tratamiento”. Este fue el testimonio de Angela (nombre ficticio), una ingeniera geológica que hoy se encuentra fuera del país.
Desde que se graduó, Ángela solo ha trabajado una vez en su profesión durante un año, ya que fue bajo contrato. Después de eso no tuvo oportunidad. Su esposo es un trabajador básico de la empresa con un registro inactivo y que apenas recibe un salario básico sin otros beneficios.
Henriksson y Enrique Rojas Malave, hermanos de 23 y 30 años respectivamente, fueron dos de los 13 muertos en el derrumbe de la mina Talavera.
Ambos son del estado de Monaghans. Vivían en La Toscana en el municipio de Pierre, a unos 20 minutos de Maturín. Habían estado haciendo frecuentes viajes a El Callao durante casi dos años para trabajar en las minas, hasta el 30 de mayo cuando quedaron atrapados en una avalancha.
Un total de 124 personas sobrevivieron. Rescatados por Protección Civil, Bomberos Municipales y otros mineros que lograron salir antes. Afirmaron que la única forma de salvar sus vidas era abandonar el saco en el que llevaban su oro. El peso y el volumen les impedían moverse en el tiempo o atravesar las delgadas paredes de la galería dorada. Quienes no tomaron esta decisión rápidamente pasaron a formar parte de la lista de muertos que enlutó al pueblo de El Callao.
Otros accidentes
El Callao ha tenido varias muertes por deslizamientos de minas registradas en los últimos años. Hubo al menos tres casos en 2020.
El 2 de febrero de 2020 se presentó un derrumbe a unos 50 metros de profundidad comprometiendo la galería de 200 metros de profundidad de la mina Isidora. En este momento, se encontraron tres cuerpos.
El 2 de mayo del mismo año, ocho mineros, entre ellos una mujer, fueron clavados a un muro en la mina Productores del Sur en el sector Nacupé de El Calafate. Las víctimas excavaban nueve metros de profundidad cuando se produjo un deslizamiento de tierra.
En julio de 2020, se produjo un derrumbe en el sector minero de Remington, en el que murieron siete personas, incluidas tres mujeres.
El 13 de octubre de 2019, Protección Civil El Callao rescató a 107 mineros que quedaron incomunicados durante varias horas tras un derrumbe en la mina Isidora. Entre ellos, siete presentaron hipotermia y heridas leves. Los mineros ingresaron ilegalmente a esta galería. De hecho, es una zona restringida de la antigua Minervain, pero ha sido ocupada por grupos irregulares.
Según el secretario de Seguridad Ciudadana de Bolívar, Edgar Colina Reyes, la mina La Talavera, donde ocurrió el derrumbe más reciente, fue cerrada. Sin embargo, era un tránsito frecuente de mineros.
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