con una espátula
Unicef Este lunes dijo que ve “con preocupación” la reciente moratoria del gobierno panameño a la atención humanitaria. Médicos Sin Fronteras (FEM) de inmigrante el bosque Darién, límites naturales entre Panamá y Colombia que se utiliza como ruta migratoria diaria.
“Siempre existe la preocupación de que las organizaciones puedan satisfacer esas necesidades cuando una organización se va. Entonces, en este caso, esperamos que, por supuesto, el Estado panameño pueda responder a esa necesidad”, dijo Margarita Sánchez, especialista en protección infantil en emergencias del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), desde Lajas Blancas, en la región del Darién. .
Sánchez hizo estas declaraciones en el marco de una visita a Darién de la Embajada de Estados Unidos y UNICEF, para entregar equipos por valor de 500.000 dólares a las autoridades panameñas, así como una planta potabilizadora de agua a la comunidad indígena de Lajas Blancas. , dentro de la región Emberá – Wounaam.
La experta de Unicef también lamentó el impacto de la ausencia de esa ONG en la atención a las víctimas de violencia sexual: “Médicos Sin Fronteras presta servicios de atención sanitaria a la población, especialmente a supervivientes de violencia sexual, desde 2021”.
“Evidentemente (sin MSF) hay un impacto en la gente que viene en el flujo migratorio”, explicó Sánchez, añadiendo que UNICEF está “incrementando los servicios especialmente en apoyo psicosocial a los supervivientes y también en el área de salud”.
Médicos Sin Fronteras informó la semana pasada que tuvo que suspender sus servicios médicos y humanitarios en Darién desde el 4 de marzo por “orden” del gobierno panameño por falta de acuerdo con las autoridades, y que la ONG “intentó en vano” obtener una renovación a partir de octubre de 2023.
La situación se produce después de que la ONG denunciara recientemente una “violencia extraordinaria” que sufre la población migrante a su paso por Darién, a lo que el Gobierno panameño respondió el pasado viernes acusando al MFS de proporcionar informes “incompletos” sobre víctimas de violencia sexual contra migrantes.
MSF expresó su “enorme” preocupación “por las consecuencias de la moratoria sobre la población migrante”, ya que de media cada mes, sus equipos médicos prestan atención de salud física y mental a unas 5.000 personas, “con especial énfasis en supervivientes de violencia sexual”. “.
En 2023, 676 migrantes víctimas de violencia sexual en Darién recibieron atención médica integral por parte de MSF, y sólo en enero de 2024, la ONG registró otros 120 casos, “un acto de violencia sexual cada tres horas y media”.
Sólo en lo que va de año, más de 82.360 migrantes han cruzado el Darién, según datos de las autoridades panameñas, que los registran a su llegada con las primeras comunidades indígenas a su salida de la selva.
Este dato choca con los 49.291 registrados entre enero y febrero del año pasado o los 87.390 de finales de marzo. El crecimiento ha sido progresivo desde 2021, con una cifra récord de más de 520.000 en 2023, el doble que el año anterior.
Las autoridades panameñas han endurecido la retórica sobre el tránsito de migrantes por la selva, insistiendo en que es un “negocio” del crimen organizado. Caracas Al Dia