Omar Pérez, rector de la Universidad de los Andes Táchira, señaló que el rendimiento académico de los nuevos universitarios es resultado de las deficiencias del sistema educativo venezolano.
Universidades venezolanas se han visto obligadas a cambiar sus procedimientos de admisión por deserción estudiantil, según Alianza Nacional Todos por la Educación.
Entre las instituciones que han tenido que cambiar su estrategia se encuentran la Universidad de Los Andes, Núcleo Táchira (Ula-Táchira). Omar Pérez, vicerrector de esta Casa de Estudios, indicó que a esta universidad se puede ingresar con alto rendimiento académico, la condición de artista destacado y examen de selección elaborado por expertos.
Enfatizó que estas pruebas no eran aplicablesComo carreras de baja demanda como matemáticas, español y literatura y educación, “de los cuales se dan los casos más graves”, según Pérez. Reveló que, en estas licenciaturas, de las 130 plazas disponibles, “se postulan siete alumnos”.
Según estadísticas de la Encuesta de Condiciones de Vida (NCOV), para 2019 solo 775.000 estudiantes estaban matriculados en universidades, lo que representa el 24,7% de los más de tres millones de jóvenes de 18 a 24 años en el país.
Las carreras más solicitadas, como medicina, lenguas modernas y comunicación social, Tienen su propia forma de ingresos. En medicina, los candidatos deben pasar una prueba psicológica antes de tomar la prueba de conocimientos.
Sin embargo, este sistema de entrada está sujeto a cambios. Este año, por ejemplo, se solicitó que la admisión se base principalmente en un alto rendimiento académico.
El vicerrector de la ULA-Táchira destacó que en los últimos años muchos estudiantes han ingresado con bajo rendimiento, lo que es consecuencia de las deficiencias del sistema educativo en todos los niveles.
Adiós al examen de ingreso
Gabriel Díaz, integrante de Todos por la Educación Aragua, confirmó que la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) ya no realiza pruebas internas de admisión. “Lo que tenemos es una serie de preguntas para ver sus niveles de conocimiento general en la preinscripción en línea”, explicó Díaz y confirmó que, a pesar de este filtro, Todos los solicitantes ingresan debido a alguna aplicación. Las únicas carreras en las que se aplica la prueba para evaluar la aptitud de los candidatos son educación física y música.
El rector de la UPEL, Raúl López Sayago, dijo en enero ritmocual Que, desde 2016, se observa un descenso de alumnos matriculados en la profesión docente “que ha llegado al 40%”.
El investigador Tulio Ramírez señaló en febrero de 2022 que la matrícula de la UPEL se redujo en un 73% entre 2008 y 2020. Agregó que los estudiantes pasan por un curso inicial después de la admisión, que se imparte durante dos años para motivar y fortalecer académicamente a los estudiantes.
Díaz sostuvo que las pruebas internas se hacen en el núcleo Aragua de la Universidad de Carabobo, pero “se aplican después de pasar por un curso inicial donde se puede ingresar con los grados 10 en adelante (de bachillerato)”.
Por su parte, Armando Díaz, otro integrante de Todos por la Educación en Carabobo, informó que no tenía entrevista para ingresar a la maestría en ciencias políticas y administración pública, aunque el proceso de admisión indicó que pasó por dos. “No había necesidad de crear filtros. Es una bendición para la universidad actual que la gente quiera estudiar”, explicó.
La profesora Petrica Aguilera, coordinadora del Decanato de la Universidad de Oriente (UDO), Núcleo Nueva Esparta, también dijo que algunas universidades autónomas del país no aplican exámenes de ingreso. En la UDO, apuntó Aguilera, se requiere de la Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU) y de la matrícula promedio de bachillerato para saber quién está listo.
Más alumnos, menos perfil
La UDO, al igual que otras universidades, ha visto un aumento en su matrícula. En 2018 ingresaron solo 100 alumnos, mientras que el número de nuevos ingresos aumentó a 750 en 2022, y en el núcleo de Nueva Esparta ingresaron más de 500 alumnos en lo que va de 2023. “Es alentador porque le dice a los jóvenes lo que quieren estudiar”, enfatizó Aguilera.
El profesor recordó que el Ministerio de Educación Superior había decidido eliminar los exámenes internos “por la situación del país” y Sostuvo que esto respondía a la idea de que más estudiantes pudieran ingresar a la universidad por esta vía. Sin embargo, explicó que altos ingresos no significa que estos estudiantes tengan el perfil requerido. “Estamos trabajando como maestros para ayudarlos a alcanzar sus metas”, dijo.
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Asegura que muchos abandonan los estudios a medida que avanzan en sus estudios. “En una carrera o en un salón, los 40 comienzan y se quedan cada vez menos porque descubren que no es su carrera”, señaló.
Por su parte, López Sayago dijo en enero que la matrícula ha disminuido en los núcleos de Caracas, Maracay, Maturín y Barquisimeto, pero también en las regiones del interior del país como San Fernando de Apuré, Juliar Machiques y Santa Elena de Warren. “Es que han mantenido buenos números” e incluso han crecido.
López Sayago también señaló que las lenguas extranjeras son las más demandadas en la educación. “Tenemos una matrícula muy atractiva en inglés, francés, italiano y portugués” y explicó que el motivo es que muchos estudiantes quieren trabajar en el extranjero.
restos de la UCV
La Universidad Central de Venezuela (UCV), por su parte, mantiene desde hace cinco años el sistema de ingresos (Simadi) por mérito académico y diagnóstico integral. Este sistema toma en cuenta las calificaciones de los estudiantes de primero a cuarto año de secundaria junto con una evaluación en línea de razonamiento verbal y lógico.
De acuerdo con Larry Tadino, profesor del Programa Samuel Robinson de la UCV, SIMADI ha venido a reemplazar las antiguas pruebas internas y se aplica a los aspirantes a todas las carreras, sin importar el nivel de exigencia de cada carrera.
El secretario y candidato a rector de la UCV, Amalio Belmonte, destacó la importancia del proceso de admisión. En 2015 señaló: “Admisiones y demandas masivas no son consistentes con la verdadera misión de la universidad”. Afirmó que si esta es la respuesta a la educación superior por parte del gobierno, entonces el sistema educativo nacional debe analizarse profundamente.
Además, enfatizó la responsabilidad del gobierno de mejorar las condiciones socioeconómicas y educativas fuera de la universidad de la época, para que no creen barreras al ingreso y culminación de la educación superior. También argumentó que una buena educación no garantiza la realización personal, sino que es fundamental “combinar principios de educación cuantitativa y cualitativa con políticas económicas sólidas que estimulen la productividad y el desarrollo”.
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