con una espátula
Se comercializa como tal en las redes sociales. @soygerardotorres Para su familia es hijo de Doña Gisela y Don Gerardo y para sus amigos es un consultor estrella de campañas publicitarias y negocios online. Se llama Gerardo Torres y dice en #SoyVenezolano @nandsalas Cómo la migración le hizo conocer la soledad, la grandeza y el amor más verdadero.
Gerardo es el tercero de cuatro hermanos, ama los deportes y es ciclista por excelencia. En Venezuela trabajó como publicista de una famosa empresa de refrescos, pero cansado de la escasez de productos básicos, medicamentos y las interminables filas para conseguirlos, decidió emigrar. Su primer destino fue Ecuador.
“No tenía trabajo, no conocía a nadie en esa parte, entonces decidí viajar a Perú. En Perú siento que ahí comienza mi verdadero viaje porque es donde estuve más tiempo, casi un año.“
Describe su paso por el país donde nació Pisco como un brujo. “Su cultura, su forma de expresarse, su forma de hablar, su gente mestiza y sabia.”, recuerda inquieto.
“La experiencia como inmigrante en Perú fue gratificante, a pesar de los momentos difíciles, porque no podía escapar de ellos, siempre me sentí apoyado por la gente de allá, sin importar la nacionalidad, sin importar que yo no fuera de allí, ellos me ayudaron. a mí.“
En marzo de 2019 viajó por tierra desde Perú a Bogotá para comenzar una nueva aventura como inmigrante.
“Aquí en Bogotá trabajé en restaurantes, que es algo que no hice en Venezuela, pero me gustó mucho. Aprendí mucho sobre el servicio al cliente. Es un shock, afecta mucho, pero cuando empiezas a aceptar la situación en la que te encuentras, empiezas a ver las cosas desde otra perspectiva y poco a poco vas subiendo.“
Ella dice que sus mayores lecciones como inmigrante son el respeto, la aceptación y la paciencia.
“Cuando emigré el comienzo no fue nada fácil, porque vienes con la mentalidad de que en Venezuela eras vendedor, eras esto, eras un profesional, eras todo lo demás y cuando llegas a un nuevo país es uno. La parte del empleo es un poco difícil. En Perú, por ejemplo, tenía que vender dulces en la calle, en los autobuses.“
En su proceso de crecimiento lloró a sus amigos, pero sobre todo a su familia.
“Una de las cosas más difíciles de la inmigración es cuando estás solo. Estar soltero significa levantarse cuando te caes y seguir adelante si tienes un mal día. A veces te das cuenta y te dices: estoy lejos, es decir, estoy lejos de mi casa.“
Conoce su historia en #SoyVenezolano