El canciller de la república, Iván Gil, habló este jueves para agradecer al presidente Nicolás Maduro por condenar a Irán por la incautación ilegal de aviones estatales de Venezuela.
A través de su cuenta en la red social Telegram, Gill señaló que tanto Venezuela como Irán coinciden en que “las acciones de Estados Unidos ponen en riesgo la paz y seguridad de la aviación global”.
En nombre del Presidente Nicolás Maduro, expresamos nuestro agradecimiento a Nasser Kanani, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, por su enérgica condena a la continua violación de las normas internacionales por parte de Estados Unidos al apoderarse ilegalmente de aviones estatales de Venezuela. Estamos de acuerdo en que las acciones de los Estados Unidos ponen en riesgo la paz y la seguridad de la aviación mundial.
Para Irán, la incautación del avión es una “violación de las normas internacionales”.
“La República Islámica de Irán enfatiza la necesidad de respetar las leyes y regulaciones internacionales. Al apoderarse del avión del presidente de Venezuela, Estados Unidos violó normas y reglamentos internacionales, ya que su acción era contraria al Convenio de Chicago sobre Aviación Civil Internacional de 1994. La República Islámica considera inaceptable esta acción estadounidense”, afirmó el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Nasser Kanani.
“Esta acción unilateral de Estados Unidos contra otros países creará caos, expandirá la piratería y pondrá en peligro la paz y la seguridad de la aviación”, añadió.
Kanani agregó que Teherán apoya a Venezuela en la preservación y restauración de propiedades que pertenecen al pueblo venezolano. Enfatizó la necesidad de profundizar la cooperación internacional para contrarrestar las acciones y sanciones unilaterales de Estados Unidos.
El pasado 2 de septiembre Venezuela denunció ante la comunidad internacional que las autoridades de Estados Unidos decomisaron ilegalmente un avión que era utilizado por el presidente de la República, Nicolás Maduro.
La justificación de la incautación de la aeronave se basa en más de 930 medidas coercitivas unilaterales que Estados Unidos ha impuesto al país, nuevamente desafiando el derecho internacional.