Mientras las relaciones diplomáticas entre los gobiernos de Brasil y Venezuela eran cada vez más tensas, Miraflores convocó a su embajador en ese país para pedir consejo, y la administración de Gustavo Petro restó importancia a las demandas. Nicolás Maduro Mostrar registros electorales que acrediten su victoria en las elecciones presidenciales del 28 de julio, si quiere ser reconocido por Colombia.
Pero recientemente el Canciller de Petro, Dr. Luis Gilberto MurilloNuevamente encendiendo la mecha, reiterando que el gobierno colombiano no reconocerá a Maduro como nuevo presidente a menos que el gobernante presente pruebas de su disputada reelección. Además, advirtió que esto debe hacerse antes de que venza el actual período constitucional el 10 de enero de 2025.
La respuesta del Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela fue una amenaza: tales declaraciones tendrán consecuencias. A pesar de esto, los consejos de los internacionalistas El efecto Kokuyo No esperan que la situación empeore antes del 10 de enero (fecha en la que el presidente electo de Venezuela debe prestar juramento) hasta convertirse en una ruptura diplomática.
Sin embargo, expresaron preocupación por este reconocimiento. La casa de Nariño Podría expirar si no se publican los registros auditados de las elecciones del 28 de julio que respalden un resultado a favor de Maduro, declarado por los poderes electorales, un resultado “desastroso” para ambas poblaciones.
Las negociaciones aún son posibles
“La negociación siempre es posible, la diplomacia es tender puentes, no romperlos. Conviene recordar que política exterior Está liderado por el gobernante Nicolás Maduro, independientemente de lo que digan otros voceros y hasta ahora parece más comedido, puede bajar aún más el tono a la espera de lo que suceda el 10 de enero”, dijo el internacionalista Eduardo Díaz.
Prueba de ello fue el intercambio de declaraciones entre los ministros de Asuntos Exteriores de ambos países. Evan Gill Y Murillo, dejando claro que ninguno de los dos busca una ruptura en las relaciones diplomáticas que lleve a ambos países a la etapa de 2019, cuando Iván Duque reconozca la presidencia interina de Juan Guaidó.
“La presentación del acta deberá realizarse antes de que finalice el mandato del actual presidente el 10 de enero de 2025”, anunció Murillo el 31 de octubre.
“Ante el micrófono de la prensa recibió chantaje de la extrema derecha y Estados Unidos se levantó, atacando por la espalda, afirmando falsamente que no era capaz de negociar cara a cara”, respondió Gill al canciller colombiano.
Al día siguiente hubo un contraataque. Gill advirtió a su homólogo colombiano sobre su declaración Falta de transparencia en las elecciones presidenciales del 28 de julio traería “consecuencias” que no mencionó.
“La diplomacia requiere equilibrio y respeto mutuo. La posición del presidente Gustavo Petro se mantiene desde el principio y no ha cambiado, y se guía por principios, no por amenazas o presiones externas. Seguiremos promoviendo transparencia Y Legitimación democrática“, siempre enfocados en la no injerencia en los asuntos internos de otros países”, respondió Murillo en su cuenta X.
Diplomacia fuera de pista
Para el embajador de carrera Gerson Revanales, la conducta diplomática se ha salido del camino mediante el intercambio de declaraciones entre ministros de Asuntos Exteriores que no contribuyen a la estabilidad de las relaciones diplomáticas.
Más grave, advirtió, es que funcionarios venezolanos estén descalificando a presidentes de otros países, más allá del manejo prudente de la política exterior que es responsabilidad exclusiva del ejecutivo. Esto último lo dijo en referencia a dichas declaraciones dadas por el fiscal. Tarek William Saab Contra el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, a quien primero describió como un agente de la CIA y luego mintió sobre un accidente interno para evitar ir a los BRICS en Rusia.
Estuvo de acuerdo con Díaz, al menos descartando por el momento una posible ruptura diplomática antes de enero.
“Nada específico. No creo que haya una ruptura con Colombia o Brasil.Aunque ambos países tienen clara su posición de que las actas electorales se darán a conocer el 28 de julio”, afirmó.
graves consecuencias
En 2022, Colombia y Venezuela reabrieron sus fronteras y reactivaron los vuelos después de siete años de distanciamiento y la llegada de Petro al poder. Al año siguiente abrieron consulados, medida deseada por los ciudadanos de ambos países.
Ambos internacionalistas también señalaron lo grave que sería esto. intercambio comercial Y, en última instancia, un revés para el pueblo debido a la ruptura diplomática.
A 2008, este intercambio comercial alcanzó cerca de 7.200 millones de dólares, cifra que se desplomó con el cierre parcial de la frontera colombo-venezolana ordenado por Maduro en 2015 y combinado con el cierre total en 2019. Según las estadísticas oficiales, se estima que Comercio bilateral Superará los mil millones de dólares en 2024, una recuperación que ha progresado.
Cabe señalar que con el cierre de vuelos entre países como Venezuela EE.UU Y Chile, Colombia se han convertido en opciones de escala para los venezolanos.
Romper relaciones con Colombia no es ventajoso desde ningún punto de vista para Venezuela. Seria desastroso. Colombia es uno de los países más reconocidos de la región a pesar de sus problemas internos, por lo que a Maduro le conviene controlar las relaciones diplomáticas y no delegarlas en subordinados”, agregó Revanales.