Ha llegado el 2024; El año que comienza con un sabor de incertidumbre política para los venezolanos y finalmente con el deseo de lograr un cambio político, que pasa por varias situaciones que deberían estar sobre la mesa y que desarrollaremos en las siguientes líneas.
Sin duda, hoy la oposición al régimen de Maduro es mayoritaria y la razón es mucho mayor de lo que ya se sabe: el pueblo molestó tanto a los gobiernos Chávez-Maduro que hasta sus seguidores murieron de hambre y los que sobrevivieron ya no están. respiración Se dejaron los pulmones para gritar lo que alguna vez dijeron: “Chávez vive, la lucha continúa”. Hoy también quieren poner fin a esa pesadilla.
Por otro lado, la oposición tuvo una primaria exitosa en 2023 y un referéndum consultivo en el Esequibo con poca participación del régimen, solo que jugaron a la ofensiva y aprovecharon los resultados de lo que dejaron en las cuentas de ahorro de los votantes. Acción de confrontación con Guyana para encubrir lo ocurrido con las elecciones primarias y de candidato único del 22 de octubre.
Podemos ver que Maduro será el candidato del PSUV y por más comentarios especulativos que intente hacer, la corporación que los une está dispuesta a mantenerlo; Sólo él los mantiene unidos. En el caso extremo, la última carta que jugarán es posponer el proceso electoral hasta 2025 sólo si no encuentran la manera de descalificar a María Karina Machado, porque saben que de lo contrario serán derrotados abrumadoramente.
La carta que intentarán jugar primero o que está corriendo es no habilitar a María Karina, convencer y mantener a raya a los dirigentes opositores para que le quiten el piso político, pero esta jugada puede ser equivocada porque no significa que ella lo hará. obtener votos y acogida favorable, privarlo de lo que disfruta.
En ese contexto, Madurarizma va a perfeccionar la estrategia que aplicó en el estado Barinas en las elecciones regionales de 2021 cuando no reconocieron el triunfo de Freddy Superlano y convocaron a otra elección para aplicar la inhabilitación a quien aspire a ganar. , hasta que surgió Sergio Garrido como última opción, con bajo nivel de conocimientos y nada significativo en su historial político, le dieron buenos votos y finalmente Garrido ganó Unidad por un margen de 40 mil votos con el hijo del candidato. El suegro de Chávez, dueño de toda la estructura gubernamental.
Ahora no van a subestimar a la oposición e incluso Garridos, de convocar candidatos a última hora, pasará la prueba de fuego, sin embargo, tengo esperanzas de que en esta situación y sea quien sea el candidato y se vista. El apoyo a Unity Jacket y al candidato Machado derrotará a Maduro.
La situación ideal, la democrática, la normal, que todos queremos es que María Corina no sea descalificada, que compita en condiciones moderadas, que gane, que jure e inicie un cambio en Venezuela.
Para que esto último suceda, no basta con tener votos porque ya cuentan con una unidad electoral que da buenos resultados cuando se implementa a pesar de las divisiones de la oposición y de los países que tienen intereses claros en Venezuela, a pesar de los problemas y conflictos del mundo. Intentarán tener cuidado, pero no como en 2019.
Por tanto, la ciudadanía tiene el desafío de confiar en un liderazgo político que goce de mayor credibilidad y entienda que no se debe conocer la estrategia ganadora, porque el adversario no debe saberla y hay intrusos. Como en el dominó: una partida ganada no se bloquea y el perdedor hoy es Maduro, sólo ganará posponiendo el proceso para el año que viene.