Venezuela y Guyana participaron este martes en una reunión virtual convocada por el presidente de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), Nawaf Salam, para discutir los “próximos pasos” en la disputa territorial sobre el Esequibo, una zona de unos 160.000 kilómetros cuadrados de extensión. Petróleo y minerales, que ambos países consideran.
En un comunicado, el gobierno venezolano dijo que sumarse a la reunión no implicaba el reconocimiento de la competencia de la CIJ sobre la “diputa territorial sobre Guana Esquiba” y reiteró su desconocimiento.
El país caribeño insistió en su “posición histórica” de no “reconocer” a la CIJ ni la decisión “que ésta pueda tomar sobre la materia” y afirmó que la Convención de Ginebra de 1966 fue el “marco normativo” que “puso fin a ello”. Para las disputas regionales, “mediante una solución práctica, aceptable y satisfactoria para todas las partes”.
Además, Venezuela mantuvo su “firme compromiso de proteger la integridad territorial y la soberanía nacional sobre Guyana Esquiba” y llamó a Guyana a retomar las negociaciones y alcanzar un acuerdo beneficioso para ambos países.
En marzo de 2018, Guyana llevó el caso ante la CIJ para que el precedente decidiera sobre la validez del Laudo de París de 1899, que definió la frontera terrestre entre Venezuela y el Reino Unido, entonces colonia de lo que hoy es territorio guyanés.
Según Venezuela, Guyana ha aprobado licencias petroleras, incluida una concedida a la empresa estadounidense ExxonMobil, en zonas marinas “ilimitadas”, que Caracas considera que por sí solas “podrían comprometer los recursos”.
La crisis por la disputa territorial llegó a un punto crítico cuando Venezuela celebró un referéndum unilateral el 3 de diciembre en el que aprobó la anexión del Esequibo y el gobierno de Nicolás Maduro ordenó el asentamiento de una división militar cerca de la zona, entre otras medidas.