El gobierno de Nicolás Maduro rechazó este jueves una nueva ronda de sanciones personales contra sus funcionarios por parte de Estados Unidos, calificándolas de “nuevos crímenes de agresión”.
El secretario de Estado, Evan Gill, emitió un comunicado después de que el Departamento del Tesoro anunciara nuevas sanciones impuestas por Estados Unidos a un total de 16 funcionarios por su papel en “obstruir elecciones libres y justas” en el proceso del 28 de julio.
“Venezuela rechaza enérgicamente el nuevo crimen de agresión cometido por el gobierno de Estados Unidos contra Venezuela al imponer medidas coercitivas unilaterales, ilegales e ilegales contra un grupo de funcionarios del Estado”.
Según Miraflores, con estas acciones Estados Unidos “muestra su total desprecio por el derecho internacional, la autodeterminación del pueblo y la voluntad democrática de Venezuela, una conducta grosera que busca asociarse con una clase política que ha recurrido a prácticas fascistas.” Y violentos para derrocar la democracia bolivariana sin éxito.
Afirmó que las sanciones, que han sido “vergonzosamente propagadas por la extrema derecha fascista” son una “violación del acuerdo firmado en Qatar” y buscan imponer una política de “cambio de régimen” a todo un país y a sus instituciones. “'Como parte de la Doctrina Monroe.'