con una espátula
Ansium: “Las universidades también deben cobrar y pagar la enorme deuda financiera contraída con los estudiantes y el personal”.
El profesor William Ancium, presidente de la Asociación de Maestros de la USB y líder nacional de Encuentro Ciudadano, se pronunció en la víspera del llamado a retomar actividades:
“Bajo el régimen de Nicolás Maduro, los académicos, los trabajadores han sido saqueados, saqueados, saqueados. Protección social invisible: prestaciones, seguros, cajas de ahorro, sindicatos y gremios tienen un costo inconmensurable para los trabajadores, estudiantes universitarios, profesores, trabajadores de la salud. Una buena parte de ese coste, de esa deuda, es irrealizable. Pero hay otro que sí lo hace, que tiene que ver con el ajuste por inflación y depreciación. “Eso tiene que ver con las reducciones salariales implementadas a través de ONAPRE, que tienen que ver con la convención colectiva desconocida por parte del gobierno criminal contra los trabajadores venezolanos”.
“Los derechos laborales son inalienables. – subrayaron los dirigentes sindicales y políticos – el régimen ha ignorado todos los principios del derecho laboral, su ambigüedad, su progresividad, pero tenemos la obligación de exigir nuestros derechos, no de renunciar a ellos. Como se lo debemos a organizaciones internacionales, también lo hacen los trabajadores. Hay una deuda enorme, con la educación, una deuda material y otra inmaterial. Tenemos que exigir material a los sindicatos, a los sindicatos y a los dirigentes políticos también. Hay que medirlo inmediatamente, reconocerlo y establecer un plan para cancelarlo este año.”
“Sabemos que el ridículo presupuesto aprobado por la Asamblea Nacional es una excusa para gastar, que se complementará con créditos adicionales para intereses electorales, especialmente en la segunda mitad del año. Porque un ajuste del 10% no es suficiente, ni siquiera una patética bonificación es suficiente. El régimen debe dejar de lado los gastos innecesarios que todos vemos todos los días y los negocios turbios como la Universidad Bella, para centrarse en la atención a los trabajadores, en ajustes salariales inmediatos, sí, pero también en reconocimientos y pagos cuantiosos. Una deuda con los trabajadores, con la educación, con la salud, con toda la administración pública dañada por regímenes antitrabajadores y antitrabajo.
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