El Real Madrid se proclamó campeón de la Copa del Rey por vigésima vez en su historia después de que un doblete de Rodrigo venciera el sábado 2-1 a Osasuna en la final de Sevilla.
El Real Madrid se adelantó con goles del brasileño (2), pero Rodrigo volvió a marcar (69) antes de que Lucas Toro (57) marcara el trofeo que los blancos conquistaron por última vez en 2014.
“Es un día muy especial, con dos goles. Siempre decía que era un título que quería ganar porque era el único que me faltaba con el Real Madrid, dijo Rodrigo.
La copa es una inyección de moral para el Real Madrid de cara al partido de ida de semifinales de la Liga de Campeones del martes contra la capital española, el Manchester City.
“Tengo imágenes de jugar la final en un ambiente muy lindo contra oponentes muy fuertes. Una final con momentos de sufrimiento y al final merecimos ganar, no solo por hoy, sino de camino a esta competición”, declaró el técnico del Real Madrid, Carlo Ancelotti, tras el partido.
Rodrygo golpeó primero
El partido se volvió pronto para el Real Madrid cuando Vinicius llegó a la línea de fondo y el disparo de Rodrigo se fue por detrás (2).
Vinicius volvió a ser una pesadilla para las defensas contrarias, especialmente para su marcador John Moncayola, que pudo pararle con una falta hasta ver tarjeta amarilla (21).
El gol en contra no amilanó a los reds, que salvaron el cabezazo de Ante Budimir de Thibaut Courtois (8).
Osasuna siguió presionando la salida del Real Madrid, con algunos errores de un conjunto merengue que volvió a mostrar fragilidad defensiva.
Ante la presión de Osasuna, el Real Madrid inventó balones largos para que corrieran sus atacantes.
Rodrigo no pudo controlar un pase de Vinicius y el balón quedó suelto en el área para el disparo de Benzema, que el portero Sergio Herrera (25) tuvo que estirar.
El delantero francés fue uno de los que se esforzó al máximo por no perforar la portería roja este sábado, aun cuando amplió su leyenda, igualando a Marcelo como el jugador blanco más laureado con 25 títulos.
Apenas un minuto después, Abde recibió un balón en profundidad, superó a Militao y cruzó la salida de Courtois, pero el balón lo despejó casi sobre la línea de gol (26) Dani Carvajal.
El conjunto blanco se mostró demasiado flojo en defensa ante un Osasuna que no se rendía y seguía con ganas de hacer historia.
El turrón es lo mismo
El equipo blanco consiguió sumar a su cuenta con una falta enviada al larguero por David Alaba (32).
Ambos equipos se levantaron tras el descanso, presionando arriba al rival y la perseverancia de Osasuna se vio recompensada.
Lucas Toro aprovechó un balón rebotado y mandó un tiro desde la frontal que se fue por encima del poste blanco para empatar el partido 1-1 (57).
El gol desató el júbilo entre la afición de Osasuna, provocando el susto cuando uno de ellos encendió una bengala en la grada que tuvo que ser apagada por las asistencias.
El gol le dio un empujón a Osasuna, pero apenas diez minutos después del empate, Rodrigo se encontró con un balón en el segundo palo, poniendo a Herrera arriba 2-1 (69).
Ancelotti sumó consistencia al centro del campo merengue con la entrada de Luka Modric (81) para mantener la posesión en los últimos minutos mientras Osasuna intentaba jugar directo sin darle la vuelta al partido.
“Estamos muy tristes porque cuando hicimos el 1-1 el equipo estaba completo, pero con el 2-1 no pudo ser, dimos el subidón final, pero no pudo ser”, dijo el técnico de Osasuna. Juego, Jagoba Arasa.